Elcaos en el Viejo Mundo te convierte en un dios. Los poderes distintivos de cada dios y su legión de seguidores te otorgan fuerzas únicas y habilidades diabólicas con las que corromper y esclavizar el Viejo Mundo.
Khorne, el Dios de la Sangre, el Matacráneos, ansía la muerte y la batalla.
Nurgle, el Señor de la Plaga, el Padre de la Corrupción, se deleita con la suciedad y la enfermedad.
Tzeentch, el Cambiador de Caminos, el Gran Conspirador, trama el destino del universo.
Slaanesh, el Príncipe del Placer y el Dolor, el Señor de las Tentaciones, atrae incluso a los más firmes a sus seis seducciones mortales.
Sin embargo, mientras tú y tus compañeros del Caos buscáis la dominación mediante la corrupción y la conquista, debéis competir no sólo entre vosotros, sino también contra los desesperados habitantes del Viejo Mundo que luchan por desterraros de vuelta a la vorágine del Reino del Caos.
Caos en el Viejo Mundo cuenta con tres formas de ganar, y te da una oportunidad sin igual de remodelar el mundo a tu imagen y semejanza. En cada turno corrompes el paisaje, dominando a sus habitantes, y luchas contra los depravados seguidores de los dioses rivales. Cada dios tiene un mazo único de dones y habilidades, y puede convertir a sus seguidores en enemigos mortales. Invoca a las manifestaciones vivientes del Caos, a los cultistas degradados y ocultos, y a los horribles demonios mayores, seres capaces de destruir casi todo a su paso.