Gùgōng

China, 1570. China está bajo el reinado del emperador Longqing, de la dinastía Ming. El emperador ha heredado un país en desorden tras años de mala gestión y corrupción. Al darse cuenta de la profundidad del caos que había provocado el largo reinado de su padre, el Emperador Longqing se propuso reformar el gobierno volviendo a emplear a funcionarios de talento previamente desterrados por su padre. El Emperador reside en la Ciudad Prohibida, que fue la sede de muchos emperadores bajo la dinastía Ming. La Ciudad Prohibida es conocida actualmente como "Gùgõng" (Palacio Imperial) por el pueblo chino. Construido entre 1406 y 1420, el complejo consta de 980 edificios y ocupa 72 hectáreas. También bajo la dinastía Ming se reconstruyó, fortificó y amplió la Gran Muralla China. Durante este periodo, China sufría fuertes ataques de los mongoles, por lo que el mantenimiento de la Gran Muralla era esencial. La mayor parte de lo que ahora nos queda de la Gran Muralla se lo debemos a la dinastía Ming.

El país ya era famoso por su intrincada burocracia, pero esto también provocaba mucha corrupción. Sin embargo, el emperador Longqing trató de erradicar la corrupción en la medida de lo posible, simplemente prohibiéndola oficialmente y castigándola con la muerte.

Esta medida parecía tener éxito al principio, pero como todos sabemos, no es tan sencillo mantener un control perfecto sobre los súbditos "leales". En la corte imperial, los más altos funcionarios pretendían mantener la prohibición de la corrupción, y en lugar de aceptar simplemente dinero, vio la luz una nueva costumbre: el intercambio de regalos.

Si un peticionario visitaba a un funcionario para presentarle una petición, también le entregaba un regalo. Y, naturalmente, el funcionario devolvía el honor presentando un regalo a cambio. Si el regalo del peticionario era algo bastante valioso, como, por ejemplo, una estatua de Jade, y el regalo de vuelta del funcionario era un abanico de papel barato, era difícil considerar esto como un acto de soborno. Sin embargo, ambos sabían muy bien lo valioso que podía ser el simbolismo de dicho objeto...

"Gùgõng" utiliza esta extraordinaria costumbre como base. Los jugadores asumen el papel de poderosas familias chinas que intentan ganar influencia y poder sobornando a ciertos funcionarios responsables de determinadas tareas, ofreciéndoles regalos adecuados.

Un jugador gana si consigue una audiencia con el emperador. Si varios jugadores lo consiguen, el que tenga más puntos de victoria entre ellos gana la partida.