Noviembre Rojo es un juego cooperativo en un submarino de ataque gnómico en el que todo va mal. El submarino está descendiendo y la presión del agua aumentando, el reactor nuclear se está sobrecalentando, los lanzadores de misiles nucleares se están preignificando, hay incendios y fugas de agua por todas partes, hay un Kraken gigante acechando cerca y queda muy poco oxígeno y vodka. Mientras el argumento se parece cada vez más a una película de catástrofes, los jugadores deben organizarse para resolver los problemas, dividir las tareas entre ellos para minimizar los riesgos y, a veces, aceptar sacrificarse por la causa común.
El juego se desarrolla en el mapa del submarino. Las condiciones en el submarino están representadas por tres pistas de desastre: Asfixia, Calor y Presión. Durante la partida, estas condiciones empeoran, y si alguna de ellas alcanza su valor máximo, el submarino se pierde. Además, pueden producirse diversas emergencias a las que hay que hacer frente rápidamente, o también llevarán a la pérdida del submarino.
En cada turno, un jugador puede desplazarse a una nueva ubicación y realizar allí alguna acción. Dicha acción puede consistir en reparaciones (que mejorarán las condiciones del submarino y/o solucionarán emergencias), en eliminar obstáculos (desbloquear escotillas, eliminar inundaciones o extinguir incendios) o en abastecerse de equipo (que ayudará en acciones posteriores). Cada acción se paga con tiempo. Cuanto más tiempo dedique un jugador a una acción, mayor será su probabilidad de éxito. Tras el turno de cada jugador, ocurrirán una serie de eventos; cuanto más tiempo se haya gastado, más eventos ocurrirán. Dichos eventos serán el empeoramiento de las condiciones en el submarino, o el desencadenamiento de emergencias.
Si los gnomos consiguen mantenerse con vida el tiempo suficiente, llegará el rescate y se ganará la partida.