Sol: Los últimos días de una estrella es un juego de mesa para uno a cinco jugadores en el que cada uno de ellos representa un esfuerzo planetario diferente para transmitir la mayor cantidad de energía del Sol a su Arca y así poder escapar del sistema solar antes de que el Sol explote. El tablero representa el entorno solar: dos capas de órbita alrededor del Sol (Órbita Superior y Órbita Inferior), y tres capas dentro del propio Sol (la Convectiva, la Radiativa y el Núcleo). Cuanto más profundas sean las acciones que realices, mayores serán tus recompensas, pero más rápido aumentará la inestabilidad del Sol. Tu nave nodriza gira lentamente en órbita alrededor del Sol, y este es el único lugar desde el que tus naves pueden lanzarse para realizar tareas útiles en el entorno solar. Puedes convertir las naves en estaciones o utilizarlas para activar las tuyas y las de otros jugadores. Si activas tus propias estaciones obtienes la recompensa completa, mientras que si activas las estaciones de otros jugadores divides la recompensa con el propietario. Ganas energía activando Nodos de Energía, y utilizas esta energía para activar Fundiciones de Naves para construir nuevas naves (que necesitas ya que constantemente pierdes naves convirtiéndolas en nuevas estaciones) o activar Torres de Transmisión para transmitir la energía de vuelta a tu Arca para convertirla en Momentum (que es en última instancia como tu Arca escapará). Pero no puedes entrar en el Sol sin convertir las naves en Puertas Solares que atraviesan las membranas de alta energía que separan una capa del sol de la siguiente. Debes administrar cuidadosamente tu tiempo y recursos para transmitir la mayor cantidad de energía a tu Arca antes de que el Sol se pierda para siempre. Con un poco de suerte, alguna pequeña colección de tus últimos residentes planetarios escapará del sistema solar antes de que sea engullido por la supernova que se avecina.