En el apogeo de su poder, el Imperio Romano poseía más de dos millones de millas cuadradas de territorio en el que vivían más de cien millones de personas. A lo largo de los siglos de su existencia, el Imperio aportó importantes avances en ingeniería, arquitectura, ciencia, arte y literatura. A principios del siglo V, décadas de corrupción política, crisis económica y un ejército sobrecargado se cobraron un alto precio en la estabilidad del Imperio. Esto allanó el camino para las graves incursiones de las agresivas tribus bárbaras, que condujeron a un declive del que Roma no se recuperaría. Ahora los ciudadanos, soldados y aliados de Roma deben unirse para proteger el Imperio.